Tuesday, October 21, 2008

Invitado: Igor Barreto


Yoel Villa: Hoy más que nunca pareciera un imperativo preguntar a nuestros poetas y escritores, ¿para qué escribir?

IGOR: Sí, esa es una pregunta difícil de responder; sobre todo en este momento cuando estoy en pleno proceso de gestación, entre un libro y otro. Por los momentos escribo para discutir, para plantear ideas, para exponerme como persona y, no sé, para un país imaginario que tiene unos actores imaginarios que en nuestras mentes tienen un rostro.

YV: Quién escribe intenta dar cuenta de una posición particular sobre alguna cosa o aspecto de interés. ¿Hacia dónde mira en la actualidad Igor Barreto?


IGOR: Entre uno y otro libro, pretendo rasgar de alguna manera una posición frente a un tema que a mí me interesa mucho y que es el de la ruralidad en la cultura latinoamericana y de cómo encarar esa imagen en la actualidad. En Argentina, me interesa mucho Francisco Madariaga. La visión de las corrientes del norte de la Argentina me parece muy interesante, digamos que también la literatura gauchesca, lo que citan en paralelismos con el desierto de Atacama, porque así lo veo, como el llanero, como una definición de lo llanero, de lo nacional, de lo nativo. Sobre todo porque lo que se ha hecho en la literatura latinoamericana es doblegar al nativo para esclavizarlo y muestra de ello es el país en donde vivimos, en el cual una de las partes fundamentales es atacar al nativo para esclavizarlo, para bajarles el techo e impedirles que se vean a sí mismos en otros lugares y se vayan.

YV: ¿Qué historia contaría Igor Barreto sobre nuestro país?

IGOR: En verdad la historia de este país tiene una esencia muy provinciana, un sentimiento freudiano de rebelión básica, instintiva; un sentimiento de provincianismo no sé si igual o mayor a su sentimiento de universalidad. Yo veo, por ejemplo, la novela contemporánea venezolana y veo personajes grises, gente gris, y, bueno, creo que hay que pelear contra eso y abrirse hacia contextos mucho mas amplios.

YV: ¿Qué quisiera Igor Barreto dejar a la poesía venezolana como un hombre de esta sociedad cuyo mayor bien es escribir a voluntad?

IGOR: Bueno, yo quisiera ser el precursor de mis pasos, no ser la voz de otros en sentido físico. A mí me gustaría ser más profundo, más arquetipal. No sé, yo quisiera poder dialogar.

YV: ¿Cómo te relacionas tú con las cosas que publicas?

IGOR: Bueno, yo siempre estoy dando lo que hago, tiempo atrás escribí un artículo para una revista y tenía la intención de convertir ese artículo en un poema, o los poemas en artículos, pero, bueno, por los momentos, artículos en poemas. Hace tiempo leí en un poema de Bolaño que la poesía perduraba en la necesidad veraz, en la necesidad y en la trascendencia que tiene el poema de ocupar un lugar en el lenguaje.

YV: Qué opinión tienes de la llamada cultura “bloggera” en Internet?

IGOR: A mí me parece que esa cultura del blog es muy interesante. Fíjate que hace un momento hablábamos del país imaginario. Esos blogs son países y a través de la Internet todos lo podemos visitar. Yo a veces entro en uno y me parece muy interesante, sobre todo, por la relación con el idioma y la escritura, y cómo las palabras mismas suponen un hecho importante.

YV: ¿Crees que ese sea el futuro para la poesía, para literatura?

IGOR: Sí, yo creo que sí. Porque si antes los grupos se reunían en los Café, ahora se reúnen en la casa: a través de los blogs. En ese sentido, vamos hacia una relación mucho más intensa con el alfabeto, con el idioma y con las palabras.


Palabras extirpadas por el invitado Igor Barreto

» El cine como la poesía crea una ilusión de sentidos, una ilusión de sueños que se realizan.

» La vida renace de la tragedia, la lucha está en el fondo de la tragedia.

» Cuando te mueres la gente comienza a hablar mejor, a escribir mejor, creo que la muerte nos da vida.



NOCTURNO



Durante las noches de mi infancia
mi madre
saca una silla frente al portón
y duerme
con el abanico de palma moriche sobre las piernas.

El técnico del taller donde reparan radios
está aún
bajo una lámpara de luz muy pálida.

Durante las noches de mi infancia
los bulbos de una radio desarmada
vuelven a encender su voz
y de nuevo la voz desaparece.

Entre las ramas de un samán
transcurre el río;
se diría que esa noche
da a su paso
un tono más lento.

Durante las noches de mi infancia
escucho el rugido de los tigres
de la casa de los ingleses:
pobres animales enjaulados en torno a una piscina.
Yo sé
que tras el muro
lamen sus garras
y amurrungan los ojos.

Mi padre ha llegado en su jeep
y unas lechuzas lo sobrevuelan.

El único ratón de la casa da las nueve

porque a esa hora corre
y atraviesa la sala.

Yoel Villa -(03)

1 comment:

Mario Morenza I said...

Buena entrevista, Yoel!, genial. A ver si te pones las pilas y destronas a Joaquín Soler Serrano con el mejor entrevistador de escritores de todos los tiempos. Puedes lograrlo, confío en ti. Un abrazo. Apendicismo, literatura y vida!